Más de un centenar de personas se bañaron en la playa del Arenal de Xàbia con motivo de Año Nuevo, en una tradición promovida hace ya años por un grupo de residentes. El baño tiene una exigencia que es hacerlo disfrazado y además hay que aguantar dentro del agua diez minutos. Todo ello con 13 grados y una pequeña brisa que no invitaba al baño.