La empresa de Rotterdam (Holanda) Bike2use amagó con tirar la toalla. El pasado mes de marzo desperdigó por Xàbia 65 bicicletas de alquiler de un llamativo color amarillo. Esa experiencia de movilidad sostenible empezó a funcionar sobre ruedas. Muchos vecinos se descargaron la aplicación para tener acceso al código de desbloqueo del candado de la bicicletas. Pero la empresa no preveía tropezar con el incivismo. En verano, empezaron a desaparecer las bicicletas. La firma denunció que estaba sufriendo «un vandalismo terrible». Advirtió que encontraba las bicis destrozadas, arrojadas a los barrancos y escondidas en aparcamientos privados, urbanizaciones y en lugares tan inverosímiles como una caja de contadores. Era evidente que había quien había roto el candado y se había apropiado de las bicicletas. La empresa pidió la colaboración ciudadana para localizarlas.

Ahora llega una segunda oportunidad para este innovador sistema de dar pedales e ir dejando el coche. Bike2use ha vuelto a repartir por Xàbia sus «nuevas y mejoradas bicis». Cuentan con un candado más seguro, a prueba de vándalos. La firma también ha mejorado la aplicación móvil. Ahora indica con más exactitud las «localizaciones» de las bicicletas. Y cruza los dedos para que se haga un «uso óptimo» de una forma de movilidad sostenible que se abre camino en toda Europa.

Xàbia es, además, un municipio que debe romper ya la dependencia del coche. Los vecinos lo utilizan para desplazarse entre los núcleos urbanos del pueblo, Duanes de la Mar (el puerto) y el Arenal.

Xàbia es dispersa (cuenta con numerosas urbanizaciones). La bicicleta es ideal para vertebrar a pedales. La eléctrica, que permite superar sin esfuerzo las subidas, ya ha enganchado a numerosos residentes. Se dejan el coche en casa y disfrutan de mover las piernas sin esfuerzo y del sol que luce en el verano eterno de la Marina Alta. No hay, desde luego, una comarca en lo meteorológico más idónea para la bicicleta.

Las bicis amarillas vuelven a rodar por Xàbia. Pero también estos días se ha visto el primer atisbo de nuevos actos vandálicos. Algún gracioso ha tirado una de las bicis del paseo del Arenal y las demás han caído como las fichas de un dominó.