«¿Qué si merece tener papeles? Pues claro que sí. Se jugó la vida por un desconocido.Se jugó la vida por un desconocido Yo le daría hasta mi casa si no estuviera destrozada por el fuego». Álex, el vecino de Dénia al que Gorgui Lamine Sow salvó la vida, se unió ayer al clamor para regularizar a este inmigrante senegalés de 20 años que vive con novia y su niña de 7 meses en Gandia y que se gana la vida vendiendo artesanía por las calles de Dénia. «No tengo papeles y no me pueden contratar. Me tengo que dedicar a la venta ambulante», advirtió Gorgui, quien llegó a España desde Argentina el 20 de agosto de 2017.

El Ayuntamiento de Dénia ya ha movido ficha para que este inmigrante senegalés, que el viernes salvó a Álex, de 39 años, enfermo y que no puede caminar, del fuego que devoraba su vivienda de la calle Port, tenga permiso de residencia. El concejal de Seguridad, Javier Scotto, del PSPV, que es abogado, se afanó en preparar el escrito y en presentarlo ante la subdelegación del Gobierno en Alicante. Relata «la labor extraordinaria de Gorgui en el rescate» y pide que «se estudie su regularización fundamentada en causa excepcional de colaboración policial y de interés público».

Fuentes de la delegación del Gobierno en València indicaron que van a analizar la situación de este joven senegalés y mirar si concurren las «circunstancias excepcionales» del artículo 127 de la ley orgánica sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social. Esas circunstancias son «colaboración con autoridades públicas, razones de seguridad nacional o interés público».

Las ONG también tienen claro que Gorgui Lamine Sow merece poder vivir y trabajar en España. Además, este joven puede apelar al arraigo. Su novia Gana Gadiaga y su bebé de 7 meses Ndeye cuentan con una autorización de residencia de larga duración (indefinida) en España. La niña nació el pasado 25 de abril en el hospital universitario 12 de Octubre de Madrid.

Paco Simón, de València Acull, precisó que hay precedentes de otros casos similares en los que el Gobierno ha dado luz verde a un procedimiento de regularización extraordinario. Consideró positivo que el ayuntamiento tome la iniciativa y pida los papeles para Gorgui. No obstante, dejó una reflexión: «Es lamentable que los migrantes se tengan que jugar dos veces la vida, primero para venir y luego con un acto heroico, para tener derecho a vivir tranquilos aquí».

Mientras, la Mesa d'Entitats de Solidaritat amb els Immigrants subrayó que este joven senegalés «merece ser reconocido con el permiso de residencia y trabajo». «Primó la vida de un vecino enfermo envuelto en llamas a la suya propia», advirtió este colectivo, que lamentó que estas acciones tengan «poco impacto mediático» y, por contra, sí generen más repercusión «las declaraciones en contra de las personas migrantes fomentando el odio y la discriminación».

Esta entidad considera que es más importante que se le valore como ciudadano de pleno derecho que se le dé un premio. Apela también a las «circunstancias excepcionales» recogidas en la ley. Y pide que Gorgui «deje de ser un invisible más dentro del Estado español y pueda vivir dignamente junto a su familia» y ejercer la solidaridad sin temer, como ocurrió cuando tras rescatar al vecino de Dénia este inmigrante se marchó apresuradamente sin esperar siquiera a que los vecinos le dieran las gracias, «que lo detengan, lo encierren en un CIE o lo devuelvan a su país».

Mientras, la concejala socialista de Sanidad y Convivencia de Gandia, Liduvina Gil, avanzó que si en esta ciudad la Asociación de Ciudadanos Senegaleses le organiza un homenaje a Gorgui Lamine, «el ayuntamiento se sumará gustosamente». El líder de la oposición, Víctor Soler (PP), destacó que lo que hizo este inmigrante «es una acción humana de gran solidaridad y digna de aplaudir por todos».