La interfaz urbano forestal, que es ese espacio en el que los chalés se mezclan con el bosque, trae de cabeza a Xàbia. Estas viviendas, construidas en entornos naturales de gran valor, están expuestas al fuego. Ahora el ayuntamiento ha abierto un nuevo cortafuegos de 25 metros de ancho para poner distancia entre los chalés de la urbanización Toscamar-Montgó y la masa forestal del parque natural. La conselleria de Medio Ambiente ha autorizado unos trabajos que han consistido en reducir la densidad de los matorrales pirófitos y de la pinada, que aquí, al igual que en otras partes del municipio, era muy densa. El cortafuegos abraza 6,7 hectáreas. Las viviendas ya no están metidas en el espeso bosque. Incendios como el de la Granadella o el de la Plana del Montgó obligaron a desalojar a miles de vecinos de Xàbia que viven en esos chalés de la interfaz urbano forestal.