Llovía a cántaros y el alcalde de Xàbia, José Chulvi, abrió la ventana de su despacho para grabar un vídeo del diluvio. Las imágenes de las gárgolas de la iglesia gótica lanzando agua a chorros ya era impresionantes.

Pero lo que no esperaba el alcalde es que, en ese instante, un rayo cayera sobre la torre del templo. Chulvi, sorprendido y un punto asustado, retrocedió de inmediato.

Pero en su móvil sí quedaron registrados el estrépito del trueno y el instante de fulgor eléctrico. El relámpago impactó sobre la torre de la iglesia del siglo XVI y provocó que se desprendiera un trozo de cornisa.