Se acabó la Marcha Radetzky en Calp. César Sánchez aprovechó que el Danubio pasaba por Viena (era alcalde de Calp y presidente de la Diputación de Alicante) para convertir la Plaça Major de su pueblo en la Sala Dorada de la Musikverein vienesa. Esta claro que el Concierto de Año Nuevo de Viena es insuperable. Pero el que ofreció la ADDA-Simfònica (la orquesta de la diputación) en Calp también lució.

Fue bonito mientras duró (dos ediciones). Y caro, exageradamente caro (unos 90.000 euros por concierto). Ahora que Sánchez ni es alcalde ni presidente (sí diputado del PP en el Congreso) se acabó lo que se daba. La diputación le ha dicho al ayuntamiento que no tiene presupuesto para traer de nuevo a la ADDA y organizar un sarao que reunía a más de dos mil personas. La entrada era gratis y al público se le daba vino y mantas para sobrellevar el fresquito del primer día del año.

El consistorio cambia la música clásica por una fiesta de fin de año con el grupo local Trilogy y disco-móvil. Se repartirá cava, uvas y bolsas de cotillón. La comisión de fiestas de 2020 se encargará de la barra. Los precios serán populares.