Ahora que el Diccionario de la Lengua Española ha admitido la palabra arboricidio (tala indiscriminada de árboles), a Xàbia le ha dado por cortar una veintena de pimenteros (Schinus molle) y palmeras en la avenida del Pla, en el núcleo urbano de la playa del Arenal. Los árboles ya talados y troceados tenían un porte considerable. Los vecinos de la zona han indicado a este diario que superaban los 40 años. Los pimenteros eran de un ramaje frondoso. Sus raíces habían levantado la acera. Las palmeras, también de considerable altura, no habían dañado para nada el pavimento. Pero tampoco se han salvado de la motosierra.

Aquí se están realizando obras de renovación de las aceras. El ayuntamiento plantará luego otros árboles que considera más idóneos para la escena urbana. Últimamente, está apostando por los naranjos amargos. Los pimenteros ya no caen en gracia. Su ramaje es exuberante y tapa las fachadas e incluso resta luminosidad a los comercios y viviendas. Pero los árboles no tienen la culpa de que hace la tira de años los plantaran. La opción de trasplantarlos siempre se rechaza (demasiado caro). La palabra arboricidio ha entrado en el Diccionario con pleno derecho.