El Servicio Marítimo de la Guardia Civil, que participó en el rescate de los 22 turistas atrapados en la cala En Caló de Xàbia el domingo, cuando trataban de hacer una salida en pádel surf pese al mal estado de la mar, inspeccionará la empresa valenciana organizadora del evento, dentro de la investigación abierta tras el suceso y que tiene por objeto delimitar si ha habido alguna infracción administrativa y/o judicial, informaron ayer a este diario fuentes de toda solvencia.

El propio delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, ya había anunciado ayer por la mañana que, si de la investigación abierta se derivan responsabilidades, no descarta imputar el pago del coste económico del rescate, que aún no ha sido calculado, a la empresa organizadora del evento. A juicio de las fuentes consultadas, la actividad debería haberse suspendido ante las condiciones climáticas, con fuertes rachas de viento que produjeron olas de hasta dos metros de altura en ese punto.

De hecho, una de las 26 participantes en la excursión, integrada por españoles, alemanes y británicos llegados a primera hora de la mañana a la playa de la Granadella de Xàbia en un minibús procedente de València, regresó a la costa precisamente por el mal tiempo y el tamaño de las olas. Y fue ella quien dio la alerta sobre las cuatro de la tarde, cuando habían pasado dos horas sobre la prevista para finalizar la actividad.

El aviso al 112 puso en marcha un complejo rescate que se prolongó durante casi ocho horas por lo inaccesible de la cala, que solo permitía auxiliar a los turistas desde el mar y con el helicóptero de Salvamento Marítimo de la base de Manises.

De hecho, la Guardia Civil envió embarcaciones de su servicio marítimo, incluidos los buzos del Geas de Alicante, y a agentes del grupo de rescate en montaña, el Greim de Ontinyent. Sin embargo, no pudieron rescatar a los atrapados, ya que la pared era muy escarpada para izarlos desde tierra debido a las rachas de viento, las mismas que a su vez impedían que se acercase la barca del instituto armado hasta el punto donde aguardaban la ayuda.

Evacuados al hospital

Así las cosas, solo pudo optarse por el rescate con el helicóptero, el Helimer 202 con base en València, que tuvo que realizar el rescate en cuatro grupos, que fueron llevados a Alicante -los primeros, entre los que estaban una mujer con un brazo roto y una niña con un golpe en la cabeza y requerían atención médica urgente- y a València, prolongó por espacio de casi ocho horas el auxilio.

Mientras, cuatro buzos de la Guardia Civil, en tandas de a dos, recorrieron a nado pese a las enormes olas el espacio entre la embarcación y la cala para llevar mantas térmicas a los turistas, aislados por las olas y con riesgo de hipotermia dado lo prolongado del rescate, buena parte del cual se tuvo que llevar a cabo de noche, con los focos del helicóptero y los de los guardias de la embarcación del servicio marítimo.

En cada viaje, el piloto tomaba de referencia el punto de luz sobre las rocas y mantenía el aparato en estacionario mientras los turistas eran izados uno a uno en la cestilla.

El complejo rescate se produce precisamente cuando Fomento acaba de programar una merma en el servicio del Helimer 202 en València, ya que está previsto que las actuales guardias presenciales de 24 horas en la base aérea del helicóptero, que garantizan un tiempo de respuesta y despegue de 15 minutos como máximo, pasen a ser guardias lozalizadas, lo que aumentará casi en una hora la salida de los rescatadores.