La paradisiaca cala de En Calóa, que no tiene acceso por tierra, fue escenario anoche de un angustioso rescate. Veintidos personas quedaron atrapadas en la cala y se les echó la noche encima. El viento (había alerta naranja y las rachas llegaron a los 120 km/h) soplaba allí con fuerza y el mar, tranquilo a primera hora de la mañana, se puso bravo. Los atrapados habían venido en minibús desde València. En la Granadella, se hicieron a la mar en tablas de paddle surf. Remaron hasta la Cova del Llop Marí y allí ya se vieron sorprendidos por un oleaje que era cada vez más fuerte. No podían volver a la Granadella. Buscaron refugio y lo hallaron en la cala de En Caló. Pero sólo tiene acceso por mar. Y el temporal impedía escapar. Además, una mujer que participaba en la excursión marítima se fracturó el brazo. Los atrapados dieron la voz de alarma.

El despliegue para sacarlos de la trampa costera fue impresionante. El Helimer, el helicóptero de Salvamento Marítimoy a una menor de edad. Los demás estaban bien, pero muy angustiados. La aeronave fue evacuando luego a los atrapados de siete en siete. Los trasladaba a Alicante. A las 23 horas, seguía en marcha la operación de rescate. Quedaban cuatro personas en la cala, a los que se iba a evacuar en breve . Además, cuatro especialistas de los Geas (Grupo de Actividades Subacuáticas) y del Greim (Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña) de la Guardia Civil llegaron con dos zodiacs hasta la cala. Llevaron a los atrapados mantas términas y agua.

En la Granadella, se montó el puesto de mando avanzado del operativo. Participaron Salvamento Marítimo, la Policía Local, la Guardia Civil, los bomberos del Consorcio de Alicante, la Cruz Roja y Protección Civil.

En seguida se descartó descender por el acantilado hasta donde estaban los atrapados. El cortado es tremendamente inestable y existía riesgo de que se produjera un desprendimiento. Este peligro también se tuvo en cuenta en la aproximación del helicóptero.

Tampoco era seguro evacuar en zodiacs a los deportistas. El temporal cogió fuerza a medida que avanzó la tarde. Cuando sobre las 17 horas los atrapados avisaron el mar estaba ya muy revuelto.

Compañeras de estas 21 personas acudieron a la cala de la Granadella para seguir la evolución del rescate. Este grupo había llegado por la mañana en un minibús desde València. Una furgoneta, anoche aparcada en esta playa, transportó las tablas de paddle surf. Era una actividad que habían preparado con tiempo. No la suspendieron pese a la alerta por fuertes vientos.

Más de 20 intervenciones

Mientras, en València, una de las principales actuaciones por el viento se centró en una antigua fábrica de Moncada, cuyo techo se desplomó por las fuertes rachas de primera hora de la mañana, aunque ahí no hubo que lamentar heridos.

El fuerte viento no pasó ayer desapercibido. Desde Aemet afirmaron que las rachas de viento alcanzaron hasta 119 kilómetros por hora en Morella, 94 km/h en Vilafranca, 72 en Utiel, 71 en València, 69 en Chelva y Jalance, 66 en Pego, 65 en Xàtiva, 62 en Xàbia, y 61 kilómetros por hora en Llíria. Los bomberos de las ciudades de València y Alicante, así como el Consorcio Provincial de Alicante, realizaron 53 servicios relacionados con los fuertes vientos. En la ciudad de València los bomberos realizaron 16 servicios, mientras que en la capital alicantina fueron 15. En el provincia de Alicante tuvieron 22 actuaciones, sin contar el rescate de Xàbia.