De la histórica Casa del Cable de Xàbia quedan cuatro columnas. En 2007 se inauguró el edificio «restaurado». Pero las obras fueron una demolición en toda regla. Desapareció la primera estación que unió en 1860 con un cable submarino de 111,3 kilómetros la península y las Baleares. Sólo se conservaron las columnas de piedra tosca. Ahora la corrosión que sufre la estructura metálica del inmueble, que funciona con gran éxito como sala de exposiciones (el error de construir una gran rampa interior lo inutilizó como museo), está dañando esos elementos arquitectónicos originales.

El óxido ha penetrado en la porosa tosca de los capitales. Además, este tramo de la fachada está vallado. Las losetas también de tosca que recubren el primer piso se despegan. Los técnicos del ayuntamiento, según indicaron ayer fuentes municipales, están trabajando en un proyecto para corregir la herrumbre estructural.