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Abu Salt, el dianense que viajó a los planetas y al destierro

El catedrático Josep Puig, uno de los grandes expertos en el científico y filósofo del siglo XI, descubre su faceta como poeta

El rótulo de la calle dedicada al sabio del siglo XI y XII. a. p. f.

Abu Salt está en la calle en Dénia. No es que este sabio goce de popularidad. La mayor parte de los vecinos se encogería de hombros si se les preguntara por este dianense que nació en el año 1068 en la esplendorosa taifa de Dénia, refugio de eruditos y científicos que huían de la fitna (la guerra civil) que desintegró el califato de Córdoba y del Toledo conquistado por Alfonso VI. Pero, sí, Abu Salt tiene una calle. El rótulo no es que dé muchas pistas. Reza: «filósofo de la taifa de Dénia del siglo XI». Fue mucho más. Un auténtico sabio. Y un hombre de su tiempo. Disfrutó de los favores de los poderosos (a los que dedicó encendidos panegíricos) y cayó en desgracia, pisó la cárcel y sufrió el destierro.

Uno de los grandes expertos en Abu Salt (Abu l-Salt ibn Umayya al-Dani), el catedrático emérito de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense de Madrid, Josep Puig Montada, desvelará hoy en Dénia una de las facetas más desconocidas del erudito de los siglos XI y XII, la de poeta. Ofrecerá una conferencia, a partir de las 19.30 horas, en la Sala del Castell. Puig ha traducido ahora al catalán versos que durante mil años no han tenido más sonoridad que la del árabe.

Uno de esos poemas es el siguiente: «Si el meu cos és de pols, tot és la meua terra i tots els mons seran els meus parents». El literato se emparenta con el universo, con esos mundos que observó como astrónomo. Abu Salt «viajó», de hecho, a los planetas y las estrellas. Sus tratados del astrolabio y el ecuatorio (instrumentos de orientación y astronómicos) tuvieron gran importancia en su tiempo.

Este sabio huyó de Dénia junto a su madre en 1096, cuando llegaron a la ciudad, que entonces dependía de la taifa de Zaragoza, los almorávides. Se marchó al Egipto de la dinastía fatimí. Cayó en desgracia cuando fracasó su plan para reflotar un barco cargado de cobre que se había hundido en el puerto de Alejandría. El nuevo destierro lo llevó a Mahdiya (hoy Mahdía), en el Túnez de la dinastía zirí. Allí murió en 1134.

Abu Salt también ejerció de médico y fue experto en farmacopea. La obra que le dio más fama fue el Libro de los medicamentos simples, que se tradujo al latín y al hebreo.

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