Un supuesto chanchullo de 2005 llega ahora a juicio. La Audiencia Provincial de Alicante juzga el martes y el miércoles a la exalcaldesa de Parcent, Mari Carmen López, al que fuera su edil de Urbanismo, Ismael Reig, ambos del PP, al arquitecto municipal y a un empresario por una obra fantasma que el ayuntamiento llegó a pagar en parte (25.586 euros de un presupuesto inicial previsto de 41.828 euros). Los tres y el empresario que supuestamente recibió el dinero público y no hizo los trabajos (era un aparcamiento que nunca ha estado en uso) están acusados de falsedad documental y malversación de caudales públicos.

El Fiscal pide para cada uno de los tres cargos públicos seis años de cárcel. Solicita cuatro años y seis meses de prisión para el empresario. En su escrito de calificación, afirma que la entonces alcaldesa (lo fue entre 2003 y 2007), Reig y el arquitecto «actuaron de común acuerdo» para pagar al contratado las dos fases de una obra que «realmente no había ejecutado y que estaba subvencionada por la Diputación de Alicante».

Sostiene que los tres cargos públicos firmaron actas de recepción de los trabajos «pese a ser conscientes de su falsedad» y no aclararon el destino que dieron a parte de la subvención.

Fue el alcalde que sucedió a Mari Carmen Pérez, Máximo Revilla, de Coalición Democrática de Parcent (CDP), quien denunció en el juzgado el presunto amaño. El nuevo equipo de gobierno halló las facturas y las actas de recepción de los trabajos. Pero el supuesto aparcamiento no existía. La parcela era un erial repleto de escombros.

Dos actas de recepción firmadas por Mari Carmen López indicaban que las obras estaban «totalmente terminadas y en buen estado de servicio».

La exalcaldesa y el exedil de Urbanismo siempre han mantenido en sus declaraciones ante el juzgado que no cometieron ninguna irregularidad.

Fue en agosto de 2004 cuando el entonces gobierno del PP firmó un convenio con la Diputación de Alicante para hacer el aparcamiento, que debía dar servicio a una zona comercial y al mercadillo. Se llegaron a hacer movimientos de tierra y se alzaron muros. Pero el parking no se acabó.