Lo de que el puerto de Dénia no tiene calado suficiente para los cruceros era una leyenda urbana que hasta ahora todo el mundo se había creído a pies juntillas. Vale, no entrará uno de esos cruceros que son ciudades flotantes. Pero un barco de lujo como el SeaDream II, que ya ha hecho escala varias veces en Dénia, pero siempre había fondeado fuera de la dársena, sí puede atracar en el puerto. Ayer lo hizo por primera vez. Sus pasajeros, esta vez 97 y la mayoría estadounidenses, no tuvieron que llegar a tierra con botes lanzadera. Desembarcaron en el muelle de Baleària Port. Ocho de ellos se fueron en autobús de excursión a Guadalest. El resto optó por visitar libremente la ciudad y hacer turismo cultural y de naturaleza (algunos cogieron la bicicleta). El SeaDream II no dista mucho en envergadura del megayate Lady Moura, que lleva ya varias semanas atracado en Dénia. El primero tiene 108 metros de eslora y el yate del magnate saudí Al-Rashid mide 105.