La infancia es un territorio de prodigios. Eduard Mira evocó en una de sus primeras obras una aparición casi fantasmal, la del Pope de «barbas inmensas, que «arrastraba sus hábitos» y portaba un «sombrero cilíndrico y negro». Ese religioso ortodoxo, que huyó de la revolución bolchevique y se refugio en Xàbia, tenía la costumbre de bañarse todos los días en una cala que, al final, cómo no, se ha llamado del Pope.

Eduard Mira, de 74 años y uno de los intelectuales valencianos más lúcidos, donó ayer su biblioteca personal de 8.000 volúmenes a Xàbia. Recordó que éste fue el pueblo de su infancia y adolescencia. «Xàbia guarda en parte ese patrimonio mítico, de ese tesoro vital», afirmó. Hace unos años decidió establecerse en este municipio, en la casa de Duanes de la Mar (el puerto) que heredó de su padre. Es miembro de la Acadèmia Valenciana de la Llengua y se desplaza a menudo al cap i casal. Pero su casa está en el apacible barrio marinero de Xàbia.

Mira afirmó que ese legado que entrega a la biblioteca municipal xabienca y que ahora estará a disposición de investigadores y de todo el mundo sigue «todavía vivo». Continuará engrosándolo. De momento, tiene listas dos nuevas novelas históricas, ambas continuación de El tinent anglés (las peripecias del espia Antoni Cruanyes, sobrino del héroe austracista Joan Baptista Basset). «La primera la presentaré en la Fira del Llibre de València y la otra ya la tengo terminada», desveló ayer el autor.

La colección de 8.000 libros, «variopinta y abigarrada», según su hasta ahora dueño, reúne obras de sociología, historia, turismo, geografía... Es una biblioteca personal y, como tal, refleja las inquietudes de quien ha ido atesorando todos esos libros. Ahí radica también su valor. A través de todos esos volúmenes, se sigue la pista de un intelectual que, como él mismo reconoció ayer, ha dado «muchos tumbos».

Equipaje intelectual

Son tumbos académicos. Eduard Mira, que ha impartido clases en prestigiosas universidades de aquí y allá (en Cambrige, por ejemplo), ha vivido en Estados Unidos, Ibiza, Barcelona, Marruecos, París, Alemania o Bruselas. Y allí donde estuvo compró libros. El escritor se desprende ahora de ese equipaje intelectual. No hay gesto más generoso que el de donar los libros de toda una vida.

El alcalde de Xàbia, José Chulvi, y el concejal de Cultura, Quico Moragues, le agradecieron ayer que ponga a disposición de Xàbia ese ingente patrimonio cultural. El munícipe destacó que la figura de Eduard Mira es «un hito imprescindible en la cultura valenciana». Calificó la donación de «extraordinaria» y subrayó que se hace «público y accesible a todos un tesoro útil. Esta biblioteca no debe ser una pieza estática, sino un cuerpo vivo».

El «libro negro» de la AP-7 y una guía picante de la Costa Blanca

La biblioteca de Eduard Mira esconde auténticas joyas. Los estudios de los años 70 sobre la Comunitat Valenciana siguen hoy de plena actualidad. «El libro negro sobre la autopista de la Costa Blanca», de 1973, era premonitorio sobre los efectos perversos de privatizar la principal vía de comunicación de, por ejemplo, la Marina Alta. El próximo 1 de enero la AP-7 será, tras más de 40 años, gratuita. Mientras, «La guía secreta de Alicante», de 1977 y escrita por Francisco G. Seijo, dibuja una crónica hedonista de la provincia. La primera frase lo dice todo: «No es la mejor tierra del mundo, pero sí la de más ligue». La guía pertenece a la época del destape. Estos dos libros dan idea de lo variada y rica que es esta biblioteca.