La cala de Ambolocala de Ambolo, clausurada por el grave riesgo de desprendimientos, sigue sumando atenciones sanitarias y rescates. Los bañistas deberían tomarse muy en serio que esta playa es peligrosa. Pero siguen bajando en elevado número. Y también pasan por alto que luego, al subir, hay que darse una caminata de aúpa. Pasa factura. Llegan exhaustos. Y sufren golpes de calor y lipotimias. El domingo un turista de 30 años sufrió un golpe de calor. La hora es la idónea para estos sofocos. Fue a las 14.30 horas, cuando el sol apretaba de lo lindo, cuando se sintió indispuesto. Los socorristas de la Cruz Roja lo atendieron. No hizo falta evacuarlo.

Pero pocas horas después sí se produjo un nuevo rescate. Un varón de 45 años se sintió mal mientras remaba con un kayak. Los socorristas le realizaron los primeros auxilios en la cala de Ambolo. Luego lo evacuaron en la embarcación de la Cruz Roja hasta la playa de la Granadella, donde hay puesto de socorro y está la ambulancia.

Al mismo tiempo, la policía local multó el domingo a 21 vehículos mal estacionados en los accesos a las calas. Xàbia cierra las playas de la Granadella y el Portitxol (la Barraca) cuando ya no quedan plazas de aparcamiento. Baja la barrera y evita el caos de coches. Con todo, hay turistas que siguen aparcando allí donde les parece.