La cala de Ambolo, clausurada desde 2006 por desprendimientos, pero que ahora se ha cerrado con más contundencia tras los derrumbes que provocaron las lluvias torrenciales de abril, trae de cabeza al Ayuntamiento de Xàbia. No sabe qué hacer para que los bañistas dejen de colarse. Hay un vigilante. Antes bloqueó el acceso con una valla de metal. Los turistas encuentran siempre un resquicio. Y no miden los riesgos. Una lipotimia, que en otra playa los socorristas y sanitarios atienden en un pis pas, obliga aquí a realizar un complicado rescate.

Y eso ocurrió precisamente ayer. Una joven de 28 años sufrió una lipotimia. Se desplegó un operativo de aúpa. Acudieron una embarcación de la Policía Local y otra de la Cruz Roja. Por tierra, llegaron una patrulla de la Guardia Civil y otra de la policía. Los socorristas inmovilizaron a la joven con un tablero espinal. La trasladaron en la zódiac de Cruz Roja hasta la Granadella, donde esperaba una ambulancia.