El propietario de la única parcela vacía que queda en el segundo Montañar de Xàbia da un paso adelante en su proyecto y pretende, según reconocieron ayer desde su entorno a este periódico, iniciar ya las obras de construcción de un negocio en el terreno.
El proyecto para el que este empresario consiguió la licencia de obras y de actividad el año pasado, un permiso que posteriormente fue suspendido por el Ayuntamiento de Xàbia por una «lesividad de intereses», consiste en la construcción de un restaurante.
A este respecto, el empresario siempre ha defendido lo que recoge la Ley de Costas, que está totalmente prohibido edificar viviendas de uso privado en el dominio público, no así edificios de uso público, como sería un restaurante.
Según señalaron esas fuentes, el pasado 7 de julio caducó el plazo de suspensión de licencias para el sector urbanístico donde se encuentra la parcela, que fue aprobado hace dos años por el equipo de gobierno, al tratarse de una zona donde se pretendía modificar los usos disponibles.
Por tanto, remarcaron que la licencia que ellos presentaron días antes de esa suspensión se puede reactivar y daría vía libre al comienzo de los trabajos.
Asimismo, insistieron en que el futuro Plan General de Ordenación Urbana de Xàbia no ha variado la ordenación en la zona y solo prohíbe los usos industriales, no así los vinculados a un negocio de hostelería, usos terciarios como se conoce en Urbanismo.
Respecto al proyecto, destacaron que se trata de un restaurante que ocupará «una mínima parte de los 600 metros cuadrados de su parcela». Será un edificio de una sola planta con 140 metros cuadrados interiores y otros tantos de terraza, todo ello «respetando las distancias de la línea Marítimo Terrestre, que establece la propia Ley de Costas», con un diseño «similar al del resto de chalets que lo rodean».
Desde el entorno del empresario comentaron también que están trabajando en aportar soluciones de accesibilidad a la zona y a esa parte de la costa de Xàbia, así como que pretenden buscar un terreno próximo que pudiera servir de zona de aparcamiento para los clientes.
Esta decisión trasciende tras hacerse público que el empresario acometió el cierre total de su parcela. Una decisión que ejecutó tras solicitar el permiso municipal, pero que los técnicos del Ayuntamiento rechazaron. A día de hoy el cierre ha sido ejecutado de forma completa y el acceso a la playa se debe hacer por una calle cercana.
