La policía local de Xàbia se enfrenta a la tormenta perfecta. Ha llegado a contar con 98 agentes. Ahora supera con poco los 50. Hay 17 vacantes. Este año se jubilan 10 agentes (diez ya lo han hecho y al décimo le toca en septiembre). Y, para colmo, el acuerdo de la comisión paritaria de aumentar el precio de las horas por servicios extraordinarios prestados por todos los trabajadores del ayuntamiento ha chocado con las reticencias insalvables de los técnicos municipales. Los policías no han cobrado las horas al importe convenido. Y están, lógicamente, que trinan.
La concejala de Seguridad, Pepa Gisbert, del PSPV, afirma que los agentes están «en su derecho» de exigir que se les pague las horas al precio convenido. «Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que así sea», afirmó ayer a este diario. La edil es muy consciente de que la policía local está en cuadro. «Sí, es algo que nos quita el sueño al alcalde y a mí. La situación es muy preocupante». Asegura, eso sí, que todos los servicios policiales están garantizados. «No podemos bajar la guardia en plena temporada turística. Desde el pasado año hemos trabajado para que esto no pasara. Pero nos hemos topado con dos nuevas leyes y con un sinfín de problemas burocráticos», advirtió.
Las leyes son la que adelanta la ley de jubilación de los agentes a los 59 años (si han cotizado 35 años) y la que prohíbe que los policías locales sean interinos. No se ha podido ampliar la plantilla y durante este año se han jubilado diez agentes. Además, el ayuntamiento no puede sacar oferta pública de empleo dado que no ha aprobado el presupuesto de 2019.
«La plantilla está muy menguada y tenemos que consolidar a los interinos antes de acabar el año», avanzó la edil, que dijo que esperan que la Subdelegación del Gobierno en Alicante y la Agencia Valenciana para las Emergencias les autoricen de forma excepcional a contratar a nuevos interinos para suplir a algunos de los jubilados. Antes, sin embargo, la interventora municipal debe emitir un certificado de bajas e incorporaciones. Y las cosas de palacio van despacio.
La concejala, que también lleva la delegación de Personal, subrayó que toda la plantilla municipal es corta. Además, urge sacar adelante una Relación de Puestos de Trabajo (RPT) y definir muy bien las funciones de cada funcionario.
Pepa Gisbert aseguró que la policía, aunque bajo mínimos, va a estar como siempre al pie del cañón. «Los vecinos pueden estar tranquilos. Se van a cubrir todos los servicios. Y a los policías quiero recalcarles que queremos pagarles las horas extraordinarias al precio que convenimos», dijo.
Y, por si fuera poco, el gobierno local sacó un pliego para contratar a vigilantes privados en las playas de la Granadella o la Barraca, ahora a tope de bañistas, y descargar así de trabajo a la policía local, pero los técnicos municipales también lo tumbaron.
Lo dicho: la tormenta perfecta. Y llega en plena temporada turística.
Una plantilla escasa para los 100.000 habitantes del verano
La plantilla es de 70 agentes. Pero ahora se ha quedado en 55 y falta una jubilación y, además, un agente va a cambiar de destino. Xàbia llega en verano a los 100.000 habitantes.
