El viento es el enemigo número uno de las fallas y las fogueres. Los artistas juegan a desafiar la gravedad. Y cruzan los dedos.

Una racha de viento derribó ayer sobre las 10 de la mañana el gran ninot de la Foguera de Xàbia. El monumento, del artista fallero de Gandia José Sanchis y que lleva por lema «Encuadres», ya estaba totalmente en pie. La plantà se ha realizado este año en un decir amén. Es un monumento muy de estética de foguera. Las figuras son más estilizadas que las de las fallas.

La que se fue con estrépito al suelo mide diez metros y estaba coronada con cuadros inspirados en obras de Miró, Picasso o Velázquez. Esa atrevida composición le jugó una mala pasada al monumento. Los cuadros hicieron efecto vela y provocaron que la gran figura se desplomara. Representa una cabeza de mujer. Quedó descalabrada. El golpe causó un considerable boquete en el ninot. Además, esa figura cayó sobre otras más pequeñas y también las dañó.

El artista fallero y sus ayudantes acudieron a toda prisa. José Sanchis se mostraba confiado en que, tras los retoques, la foguera recuperaría todo su esplendor. Se le notaría alguna cicatriz. Pero ese ninot central se pondría en pie con toda seguridad. Y así fue.

El artista fallero precisó que la ventolera debió ser fuerte ya que la base de la figura estaba sostenida con mil kilos de sacos de arena.

El problema es que este monumento se monta en una plaza, la de la Constitución, muy abierta. En Xàbia, la plaza se conoce como El Buit. Sí, el lugar está pelín vacío y el viento entra sin obstáculo.

Xàbia celebra Les Fogueres (Dénia, Les Falles, que hasta ahí llega ese histórico pique que mantienen estos pueblos). El monumento de este año es ácido. Escarba en la faceta cómica de las recientes elecciones. Y critica incluso la invasión de bicicletas amarillas de alquiler.