El equipo de gobierno del PSPV en Dénia, reforzado ahora por la mayoría absoluta, ha sacado los sueldos del alcalde, Vicent Grimalt, y de los concejales con dedicación exclusiva del congelador y los ha metido en el microondas.

De golpe, ha subido las retribuciones del munícipe y de los cuatro ediles liberados en casi 10.000 euros. Grimalt pasa de cobrar 43.249 euros brutos al año (3.000 al mes) a percibir 53.000 (3.750). Mientras, Cristina Morera, Maria Josep Ripoll, Maite Pérez y Javier Scotto, que tienen los cuatro dedicación total, ganarán 50.000 euros (3.500 al mes). En el anterior mandato, cuando los socialista gobernaban en coalición con Compromís, las exclusivas, que eran tres y no cuatro, tenían una asignación de 40.606 euros al año (2.928 al mes).

El alcalde llevó ayer a pleno los nuevos sueldos. A nadie le parecieron astronómicos. Se atienen a las recomendaciones de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias. Pero al PP y, sobre todo, a Compromís, los más críticos, les chocó esa subida de una tacada de casi 10.000 euros al año. Es un pico.

El concejal de Hacienda, Paco Roselló, explicó que desde 2008 no se aplicaba la subida del Indice de Precios al Consumo (IPC) en las retribuciones. El gobierno local ha decidido ahora actualizar el IPC acumulado. Lo dicho: en lugar de calentar la subida a fuego lento, ha metido los sueldos en el microondas y en dos minutos les ha dado temperatura.

Pero la actualización beneficia a todos los ediles de la corporación. El ejecutivo local también aprobó una dedicación parcial de 25.000 euros que tendrá la concejala socialista Melani Ivars. Además, sube el tope máximo de lo que se puede ingresar al mes por asistencias a juntas de gobierno. Antes el límite estaba en 1.500 euros y ahora pasa a 2.000.

Las indemnizaciones de los plenos se suben de 215 a 250 euros, las de las comisiones informativas de 140 a 240 y las de los consejos no reglados de 60 a 80.

En total, la factura anual de sueldos e indemnizaciones se incrementa en 100.000 euros. Hay siete cargos de personal eventual, entre los que están los secretarios de grupo de PSPV, Compromís y PP. Ciudadanos y Gent de Dénia, dado que se quedaron por debajo de los tres ediles (ahí ha puesto la frontera el gobierno local del derecho a tener secretario a jornada completa), tendrán un asesor a media jornada.

Ni el portavoz de Gent de Dénia, Mario Vidal, ni las concejalas de Ciudadanos, Susana Mut y Estefanía Schwamb, dieron estopa. El primero votó que sí a las nuevas retribuciones, mientras que las concejalas de Cs votaron en contra. El PSPV les ha ofrecido delegaciones a estos dos partidos y están más que tentados de cogerlas.

El PP, que tiene entre ceja y ceja los impuestos, especuló con que la subida de sueldos saldría de apretar a los vecinos con el IBI. El edil de Hacienda lo negó. Afirmó que ese dinero se saca de recortar en los gastos corrientes.

«¿Y la austeridad?»

Mientras, el portavoz de Compromís, Rafa Carrió, que hace una semana todavía compartía gobierno con los socialistas, reivindicó que las coaliciones aportan «equilibrio» y fijan «mecanismos y filtros». «¿Dónde está ahora la austeridad?», preguntó Carrió, que le dijo al alcalde que estaba convencido de que ese 48 % del electorado que ha votado al PSPV no entenderá ahora «la lógica» de esta subida de los sueldos. También interpeló a Grimalt sobre si también va a cobrar sueldo de la empresa mixta Aguas de Dénia.

El portavoz de Compromís sostuvo que una subida de los sueldos era necesaria. Pero explicó que debía ajustarse al incremento pactado en la administración por el buen resultado del PIB. Ese aumento, precisó, debía ser del 0,25 %. Sin embargo, «el alcalde y los concejales con dedicación exclusiva se han subido el sueldo más del 23 %», recriminó Carrió. Compromís, claro está, votó en contra del incremento de las retribuciones.