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Expertos advierten que la tala masiva de almendros ya no acaba con la Xylella

Abogan en Benissa por «convivir con la plaga» y aseguran que ya no es efectivo que Agricultura siga adelante con el plan de erradicación

Expertos advierten que la tala masiva de almendros ya no acaba con la Xylella

Seguir con las talas masivas de almendros es como matar moscas a cañonazos. Peor el remedio que la enfermedad. Así lo creen los dos expertos que ayer abordaron en Benissa el desastre de la Xylella fastidiosa, la bacteria que mata los almendros y los olivos. El Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, que depende de la Diputación de Alicante, convocó una jornada sobre esta plaga, que ya afecta a 50 municipios y que amenaza con dar la puntilla a la agricultura de secano en Alicante. La Xylella se une a la despoblación y al abandono de los cultivos. Todo son nubarrones para el futuro del campo.

Los expertos, Alberto Fereres, profesor de investigación del CSIC, ingeniero agrónomo y autoridad en entomología y fitopatología agrícola, y Joan Simonet, también ingeniero agrónomo y gerente de Asaja-Baleares, coincidieron en que el plan de erradicación que está llevando a cabo la conselleria de Agricultura para tratar de frenar el avance de la bacteria ya no es efectivo. Ambos se mostraron partidarios de aprender a «convivir» con la Xylella y de convencer a la Generalitat de que traslade al Ministerio de Agricultura y a la Unión Europea que ha llegado el momento de cambiar la erradicación por la contención.

El secretario técnico de Asaja-Alicante, Ramón Espinosa, recordó que fue en julio de 2017 cuando se detectó el primer positivo en un almendro de Castell de Guadalest. Empezó la erradicación y ahora, tras dos años y después de arrancar 40.000 almendros, la Xylella está en 1.260 parcelas de 50 pueblos. «320.000 almendros más están pendientes de triturarse. Si se da ese paso, estamos ante el fin de la agricultura de secano en Alicante», vaticinó.

También incidió en que, en una de las primeras reuniones con el máximo responsable de seguridad vegetal del Ministerio de Agricultura, se les aseguró que sí la plaga pasaba el «cortafuegos» de la Vall de Gallinera era el momento de abandonar el plan de erradicación y pasar a la contención. «Ya ha ocurrido», dijo, y apuntó que es imprescindible que la conselleria «restablezca el diálogo con los afectados». «No puede atajar la plaga sin colaborar con los agricultores que están a pie de campo».

El ingeniero agrónomo y entomólogo Alberto Fereres explicó que el agente de propagación de la bacteria de la Xylella son los insectos cercopoideos. Advirtió que se han talado almendros, pero no se ha hecho nada para controlar a estos insectos. El plan de contención sí prevé medidas en este sentido.

Mientras, Simonet destacó que en Baleares «desde el minuto cero» se optó por la contención y por ir de la mano de los agricultores. «La erradicación hubiera supuesto eliminar los cultivos leñosos y hundir la agricultura de las islas», sostuvo. «Europa nos autorizó la contención y estamos eliminando sólo los árboles en los que hay positivos. Estamos en una dinámica de convivir con la Xylella». Indicó también que la bacteria se hospeda incluso en arbustos como el romero (en la Comunidad también ocurre ya). «Podemos talar los almendros y cuando los plantemos de nuevo se volverán a contagiar porque la bacteria está en esas especies silvestres».

Hay 320.000 almendros que están pendientes de triturar

Medio centenar de municipios con árboles afectados y 1.260 parcelas en las que ha habido positivos. La plaga ha pasado incluso la frontera y ya ha llegado a dos pueblos de la provincia de València. La conselleria ha destruido 40.000 almendros y no ha logrado detener el avance de la Xylella. Ramón Espinosa, secretario técnico de Asaja-Alicante, afirmó ayer que si se trituran los 320.000 almendros que están en el ámbito del último brote «se acabará con la agricultura de secano en Alicante».

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