Los vertidos ilegales en la ribera del río Gorgos originaron el pasado mes de julio un incendio que arrasó 7 hectáreas en Parcent y Murla y que obligó a desalojar una decena de casas. Justo en el mismo punto donde comenzó ese fuego, que se propagó con rapidez río arriba (las cañas arden con mucha facilidad) vuelve a proliferar la basura. Además, entre los residuos que se han arrojado hay cristales rotos, que ahora que la insolación vuelve a ser fuerte pueden desatar un incendio. No hay forma de escarmentar ni con el fuego ni con los peligrosos y contaminantes vertidos ilegales.