A la Marina Alta le pesan los años. La comarca se hace vieja a toda prisa. En los últimos 30 años, que es un suspiro en los ciclos demográficos, la tendencia es invariable: aumenta la edad media de los vecinos. Y la proyección para 2030 es alarmante: la media de edad será de 47 años. Los retos de la «gerontosociedad» ya están aquí.
El Observatori Marina Alta (es una suerte de laboratorio socioeconómico que ha puesto en marcha el Creama) ha advertido de que «hablar de demografía en la comarca es sinónimo de preocupación» y de una «inquietante» tendencia imparable hacia el envejecimiento. La pirámide poblacional se invierte. En 1991, la edad media de los vecinos de la Marina Alta era de 39 años. La pirámide tenía forma de pera. La base ancha delataba la fuerza de la población joven y activa. Pero en 25 años la edad media ha subido en 6 años y ahora se sitúa en los 45.
La despoblación del interior tiene mucho qué ver en ese galopante envejecimiento. Los pueblos de la montaña se vacían. Sus familias más jóvenes se van a los municipios del litoral. En la costa, se corrige un poco el fenómeno. La llegada de residentes extranjeros de avanzada edad (se mudan a la Marina Alta para disfrutar de su jubilación) se compensa con esa población más joven del éxodo del interior al litoral.
El Observatori Marina Alta dibuja un modelo predictivo y advierte de que en 2030 la edad media de los habitantes de la Marina Alta será de 47 años. «Conlleva una mayor demanda de servicios destinados a la tercera edad, menor peso de la población activa y, por consiguiente, mayor tasa de dependencia o gasto social».
Este análisis demográfico pone el foco en el interior, donde la despoblación es dramática y el envejecimiento «inquietante». Ya hay once pueblos (Llíber, Alcalalí, Parcent, Murla, Benigembla, Vall de Laguar, Castell de Castells, Vall d'Ebo, Vall d'Alcalà, l'Atzúbia y Sagra) donde la media de edad supera los 52 años. También se cuela en este grupo un municipio del litoral, Els Poblets, donde los residentes extranjeros jubilados tienen un gran peso.
En todo el interior de la Marina Alta, la edad media es de 51 años. En los pueblos intermedios, baja a 44,8. Y en la costa, se sitúa, en 44,5.
El Observatori avisa de que los pueblos del interior «corren un verdadero peligro de despoblación no ya a largo plazo, sino más bien a medio y corto». Seis municipios de la costa concentran a 108.306 habitantes. Mientras, en 18 pueblos del interior viven sólo 13.667 vecinos. El desequilibrio es enorme. Y va a más.
Otra conclusión es que la población de la Marina Alta va camino de estancarse. En el horizonte de 2030, apenas se espera un leve crecimiento. Ahora hay 171.826 vecinos. Dentro de 11 años, la cifra será de unos 175.000 habitantes.
El Observatori incide en que, mientras que la tasa de natalidad ha descendido desde 1991 en casi dos puntos porcentuales, la de mortalidad ha aumentado en 0,4 puntos. La Marina Alta camina (más bien corre) hacia la temida pirámide invertida.
