El tren tiende puentes. El «trenet de la Marina», cerrado en su tramo de Calp a Dénia a finales de julio de 2016 (la centenaria línea estaba para el arrastre), renacerá a finales de 2020 con un nuevo viaducto. El histórico puente del Quisi de Benissa, una joya de la ingeniería ferroviaria, se ha rehabilitado, pero ya no aguanta el peso de las nuevas unidades duales. Se convertirá en vía verde. Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) construirá un nuevo viaducto. Ya hay una primera recreación.

En una reunión que los técnicos de FGV mantuvieron ayer en Benissa con los responsables de los partidos políticos, ya se avanzó que el nuevo puente costará unos 9,7 millones de euros, tendrá un tablero de 280 metros de longitud y estará acabado a finales de 2020. Es imprescindible para reabrir la línea.

Los técnicos precisaron que, al mismo tiempo que se levanta el puente, se hará camino con la renovación de la vía entre Teulada y Dénia, el último tramo, de 17 kilómetros, que queda (el de Calp y Teulada ya está prácticamente terminado). Esas obras se tienen ahora que licitar por 36,8 millones de euros.

El viaducto estará aguas abajo en el barranco del Quisi. No se verá desde Benissa. Se mantendrá la perspectiva del puente centenario. Eso sí, esa nueva infraestructura ferroviaria obliga a realizar una variante de 700 metros en la vía. Las curvas tendrán un radio de 235 metros.

En principio, la expropiación de los nuevos terrenos no plantea grandes problemas. El trazado toca una vivienda, pero está deshabitada y medio abandonada.

FGV redactará ahora el proyecto del nuevo puente. Se realizarán todos los trámites ambientales. Las obras podrían licitarse durante el actual año. Pero su construcción ya comenzaría en 2020. El plazo para acabarlo es de entre 10 y 11 meses.