«No nos cansamos de luchar por el derecho al trabajo de las personas con diversidad funcional». Lo dijo ayer la directora del colegio de educación especial Gargasindi de Calp, Raquel Andrés. El centro organizó la segunda jornada «Compta amb mi», que promueve las buenas prácticas en la contratación de personas con diversidad funcional. Es ya un foro imprescindible. Asistieron representantes de los colegios Raquel Payà, de Dénia, o del Sant Cristòfol, de Sagunt. También participaron empresas tan implicadas como la escuela de idiomas El Brúfol de Benissa. Los hoteles de Calp Sol y Mar y Suitopia también estuvieron representados. La jornada era de ámbito de la Marina Alta y la Marina Baixa. Pero la presencia institucional fue escasísima. Acudieron las concejalas de Calp Ana Sala y Pilar Cabrera, del PP; las de Benissa Belén Ivars, de Reiniciem, y Carol Ivars, del PSPV, y la de Xaló Jana González, de Compromís.

La directora del Gargasindi lo dijo claro: «Hoy faltan representantes políticos». Advirtió de que una de las grandes barreras para la inserción laboral de las personas con diversidad funcional es la falta de transporte público en la Marina Alta. Al final, estos jóvenes se ven obligados a buscar un empleo en sus pueblos.

Mónica Gassent, de Plena Inclusión CV, se mostró partidaria de que estos jóvenes se coloquen en el mercado laboral ordinario. Ana Zambrano, del centro ocupacional de Aprosdeco en Ondara (es una lavandería industrial), sostuvo, precisamente, que una de sus asignaturas pendientes es que sus trabajadores luego puedan encontrar otro empleo.

Gassent animó a descubrir «las habilidades, capacidades y el capital social» de las personas con diversidad funcional.

La directora del Gargasindi entregó una distinción a la técnico de inserción laboral del Creama, Silvia Cardona, que dirige un programa pionero de «empleo con apoyo». Consiste en crear la figura del «preparador laboral», que guía la adaptación de las personas con diversidad a su nuevo empleo y entorno laboral.

Los alumnos de cocina del Gargasindi ofrecieron un estupendo desayuno y aperitivo.

Alumnos que quieren ser informáticos o guardias civiles

«Claro que me gustaría volver a trabajar». Ana ha estado un año empleada de peón de limpieza en el Ayuntamiento de Alcalalí. Pero su sueño es ser monitora de deportes. Ella se subió ayer al escenario de la Casa de Cultura junto a David y Florín para relatar su experiencia en el mundo laboral. Los tres estudiaron en el Gargasindi. David, que es de la Nucia, hizo el programa de jardinería. Ahora recoge fruta de temporada. Le gustaría tener un trabajo más estable. Mientras, Florín, que proclama que su lema es «ama, vive y respeta», se formó en cocina. Luego lo contrataron en jardinería y le pagaban una miseria. Quiere ser informático. La directora relató que tienen un alumno que suspira por ser guardia civil. «Lo lleva en el corazón».