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La Marina Alta recupera sus viaductos centenarios del Quisi y el Ferrandet

Las dos obras de ingeniería del «trenet» de 1914, que estaban muy dañadas por la corrosión, ya están restauradas y listas para aguantar el peso de los vagones

La Marina Alta recupera sus viaductos centenarios del Quisi y el Ferrandet

Los viaductos de 1914 del «trenet de la Marina» ya están como nuevos. Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ha concluido la reparación de estas dos joyas de la ingeniería ferroviaria. Los puentes del Quisi o Santa Anna y del Ferrandet, que tienen un tablero con una longitud de 168 y 126 metros y son auténticos símbolos del tren entre Benidorm y Dénia (quizás la otra obra icónica sería la de los viaductos del Mascarat), están ya listos para que vuelvan a pasar los vagones. Pero no ocurrirá de hoy para mañana. A la línea entre Calp y Dénia, que se cerró a finales de julio de 2016, todavía le quedan muchas obras por delante. Los trabajos se centran ahora en el tramo entre Calp y Teulada (el de los citados puentes); suben a 14,5 millones de euros. La última actuación que ha anunciado FGV es la de la remodelación de todos los andenes y apeaderos para adaptarlos a los nuevos trenes duales (diesel y eléctricos). Todavía falta, por tanto, el trecho entre Teulada y Dénia, que tiene como accidente geográfico más significativo el de la Garganta de Gata, donde la vía atraviesa varios túneles.

Sea como fuere, estos dos viaductos centenarios (ambos se hallan en Benissa) ya están reparados. En el del Ferrandet, se ha cambiado todo el tablero metálico. También se han restaurado los robustos pilares de sillares. Este puente supera el afilado barranco del Pou Roig. Los operarios realizaban todavía ayer algunos trabajos en el extremo norte de esta impresionante estructura ferroviaria.

Mientras, la rehabilitación del viaducto de Santa Anna (supera el barranco del Quisi) ha sido mucho más compleja. El tablero se desmontó y se bajó a tierra. Y se ha reparado allí mismo. Los operarios sustituyeron, ensamblaron y soldaron los tornillos, remaches y ángulos. La plataforma estaba corroida por la herrumbre. A las nuevas piezas se les ha aplicado dos capas de pintura antióxido. Para rehabilitar los pilares de mampostería y los estribos de celosía de metal se montaron grandes andamios.

Este puente se iba a demoler y a sustituir por uno nuevo que aguantase sin problemas el peso de las nuevas unidades duales. Pero el viejo viaducto es un emblema de Benissa. Los vecinos y el ayuntamiento saltaron como un resorte. Exigieron su restauración. FGV accedió, pero dejó claro que de momento hará papel, ya que cuando la línea se ponga de nuevo en marcha (el próximo año como muy pronto) se utilizarán todavía los viejos trenes diesel. Sin embargo, luego deberá construirse un nuevo puente paralelo al actual que sí soporte el peso de los modernos vagones duales.

De cualquier forma, la Marina Alta ha recuperado ya sus dos viaductos históricos del Quisi y el Ferrandet. La línea se moderniza y estos gigantes de hierro sobreviven.

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