Andrés Contreras, que sobrevivió al atropello en el que una conductora ebria y drogada arrolló a su grupetta ciclista y acabó con la vida de su padre y de dos de sus compañeros, todos ellos de Xàbia, ha pasado otra vez por el quirófano. Es la enésima operación. El doctor León Villar Beltrán, «el mismo traumatólogo que ha realizado maravillosas reconstrucciones en mi cuerpo» (explicó ayer el propio Contreras), le ha extraído en el hospital de Alzira las dos agujas kirschner y el cerclaje de la rótula de su rodilla izquierda.

«La rótula quedó destrozada y me ha limitado mucho durante estos 638 días», indicó este joven, que lleva la cuenta de todos los días que han pasado desde esa mañana de domingo en la que una conductora que luego dio positivo en los controles de alcoholemia y drogas se pasó al otro carril y embistió brutalmente a los ciclistas de Xàbia.

Andrés vuelve a caminar con muletas. Pero sabe que es temporal. «Confió en recuperar mi vida y mi salud al 100 %». Mientras, como ya adelantó este diario, Scott Gordon, quien también quedó gravemente herido, se puso en manos del doctor Pedro Cavadas para que le reconstruyera el fémur de la pierna izquierda que, tras cuatro operaciones anteriores, no soldaba.

A ambos ciclistas todavía les queda una larga recuperación. Pero, si no hay complicaciones, al menos ya no deberán pasar otra vez por el quirófano. Andrés se está sometiendo a diversas pruebas en el IMED de Benidorm ya que ha sufrido episodios de pérdida de visión e insomnio que podrían ser indicativos de una epilepsia foca.

El accidente les ha dejado a los dos secuelas que los forenses todavía están valorando. Esos informes son claves para que se pueda señalar el juicio contra la conductora, que está en libertad provisional. La cosa todavía va para largo.