Sovad y Naziha, de 42 y 44 años, rompen estereotipos en Xàbia. Son de las primeras mujeres árabes residentes en el pueblo que se lanzan a la aventura empresarial. Ellas desmontan el tópico de que las inmigrantes llegadas de Marruecos, que es el caso de estas dos mujeres, se quedan en casa cuidando a los niños. Sovad y Naziha también llevan el pan al hogar. Mejor dicho: lo amasan y hornean en el trabajo. Su negocio es una tetería y pastelería y panadería artesanal marroquí.

«¿Qué si somos empresarias? Bueno, nuestro negocio es modesto. Hemos abierto este local con mucha ilusión. Y sí, se puede decir que somos empresarias», explicó ayer Sovad. Su compañera se ha roto la tibia y debe guardar unos días de reposo. Es un pequeño contratiempo. Pero estas dos mujeres están decididas a superarlo y a luchar por su negocio. Sovad no está segura de que sean las primeras mujeres árabes de Xàbia que se metan en el mundo empresarial. «Yo diría que hay más. Cuando registramos el nombre del negocio nos comentaron que hay bastantes».

A su tetería la han llamado «Rahma». Estas dos mujeres se conocían ya en Tetuán. En Xàbia, han trabado una fuerte amistad. Y las madres de ambas se llaman Rahma. «Queríamos rendirles homenaje», precisa Sovad. «Es un nombre que significa misericordia, una palabra que nos encanta. Al registrarlo, nos dijeron que ya había negocios que lo tenían. Nuestro asesor encontró la solución. Nos dijo que bautizáramos a nuestra tetería y pastelería con el nombre de 'Rahma Bakery'».

Sovad revela que se decidieron abrir después de elaborar dulces para las últimas ediciones del Festival Internacional de Xàbia (certamen que se celebra en junio y en el que los residentes extranjeros dan a conocer sus culturas). «La gente nos preguntaba que dónde podían comprar los pasteles. Y hemos dado el paso». Han invertido sus ahorros y sus familias también les han ayudado.

Estas dos mujeres son licenciadas universitarias. Sovad se sacó en Tetuán la carrera de filología hispánica y Naziha la de filología inglesa. Y aquí han seguido estudiando en la UNED. Sovad cursa ahora Pedagogía. «Compaginamos el negocio con cuidar de nuestros hijos y, además, estudiamos. Nos faltan horas cada día».