Seis voluntarios de la Cruz Roja de Dénia recorrieron anoche las calles de la ciudad y llevaron esperanza y calor a los sintecho. Les dieron caldo de pollo y leche caliente con café o cacao. También les proporcionaron mantas y ropa de abrigo (camisetas, calcetines, gorros y chaquetas). Adrián García, que es el técnico de socorros de la Cruz Roja de Dénia, recibió indicaciones de la Policía Local de los lugares donde suelen pasar la noche las personas que no tienen hogar. Suelen refugiarse en los cajeros de las entidades bancarias o en portales. Los voluntarios trazaron, antes de salir, un itinerario. Transmitieron amabilidad. El calor en el trato también ayuda a quienes viven en la calle. Les ofrecían el caldo y la leche. Las bebidas calientes es lo que más se agradece en una noche gélida, en la que los termómetros podían bajar de cero incluso en el habitualmente atemperado litoral de la Marina Alta. Esa primera noche era clave para definir la ruta que los voluntarios de la Cruz Roja también harán hoy y mañana. Localizaron a los sintecho y detectaron los puntos en los que suelen pasar la noche.

José, de 55 años y que vive en la calle desde 2001, acudió a la sede de Cruz Roja antes de que los voluntarios salieran a recorrer las calles. Se tomó un café caliente y recogió una manta. «Este café me da la vida», dijo. Durmió en un cajero. «Hace frío, pero estamos acostumbrados. La calle es dura».