Protectoras de animales de la Marina Alta han vuelto a difundir fotografías de perros de caza (sobre todo, podencos) encerrados a oscuras y atados con cadenas. Denuncian que estos animales están en Orba y lamentan que el Seprona, la Policía Local y el ayuntamiento no atajen estos «casos de encierro permanente y maltrato físico y psicológico de los animales».

Las citadas protectoras aseguran que el «maltrato psicológico» está acreditado, ya que los veterinarios consideran que confinar a los perros y atarlos con cadenas cortas «es nocivo» para estos animales y «especialmente para algunas razas más activas como los podencos».

También denuncian que durante las temporadas de caza se abandonan en el monte a numerosos perros.

Las protectoras piden que se retiren a su dueño estos perros que están encerrados. Sostienen que motivos hay de sobra: «Estos canes necesitan ser retirados a esa persona por mala tenencia, maltrato y no tenerlos en condiciones».