Dénia ya tiene un marco urbanístico para salir del paso. El Consell aprobó ayer las normas urbanísticas transitorias. La conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio subrayó que garantizan una «mínima regulación». Su vigencia tiene los días contados. Servirán para recorrer el trecho hasta la aprobación del plan general estructural de Dénia. La conselleria pronostica que la cosa no se alargará mucho. «Los trámites del plan estructural están muy avanzados», indicó ayer.

La ciudad escapa de la parálisis urbanística. Ya se pueden dar otra vez licencias. Y con un marco urbanístico adecuado a los nuevos tiempos. Cuando el Tribunal Supremo anuló en junio de 2017 el régimen urbanístico transitorio (en Dénia lo provisional se eterniza), entró en vigor el único plan general que no han tumbado los tribunales, el de 1972, obsoleto y desarrollista. La conselleria lo suspendió para evitar el caos urbanístico. «Ni siquiera cumplía los estándares de la ley estatal del suelo de 1976 ni la evaluación ambiental», recordó ayer esta administración.

Las nuevas normas transitorias garantizan la seguridad jurídica. Lo dicen la conselleria y el ayuntamiento. La patronal discrepa.

De hecho, los empresarios están a la greña con el equipo local de gobierno (PSPV y Compromís). Ahora que todos deberían celebrar que la ciudad vuelve a tener un marco urbanístico, ellos se desmarca. Sus reticencias, más que con este documento, tienen que ver con el plan general estructural que está por venir. Creen que limita demasiado el crecimiento al fijar un techo de 2.875 nuevas viviendas en los próximos 20 años.