El orgullo de los vecinos y la envidia de otros pueblos. El nuevo equipo de gobierno del Poble Nou de Benitatxell apuesta al verde. Ya trabaja en un plan de paisaje y regeneración urbana que aspira a revolucionar desde el respeto a la tradición la estética de las calles. El plan también persigue otro objetivo más intangible: disparar la autoestima de los vecinos. Estimula vivir en un pueblo por cuyas calles da gusto pasear.

Los concejales comenzarán a principio de año a definir junto a los técnicos la primera memoria. Luego se harán talleres participativos y concursos de ideas. El objetivo es que el Poble Nou de Benitatxell tenga una estética urbana identificable que subraye su luminosidad y carácter mediterráneo.

Una de las primeras premisas es recuperar las calles como espacios vivos y también de memoria. Fotografías de hace algunas décadas demuestran que el municipio ha perdido encanto. Ese pueblo de postal que corona un «tossal» aterrazado por los cultivos de moscatel se ha desdibujado. El plan de paisaje rescatará esa estampa tan singular que corre peligro de perderse.

También recuperará elementos patrimoniales que tenían el valor de su singularidad. Se rehará el gran escudo del pavimento de la Plaça de l'Església, tapado hace años, y se reconstruirá el lavadero perdido de l'Abiar, un espacio histórico de socialización que ahora podrá acoger actos culturales y festivos.

El plan de regeneración urbana armonizará la estética de las calles. El mobiliario, las barandillas o las farolas, que se irán sustituyendo por nuevas de tecnología led (el ahorro energético también es apostar por el verde), tendrán un diseño unitario y atractivo.

Además, se reinterpretarán espacios urbanos que se han diseñado sin un patrón estético y ahora son anodinos. Uno de ellos es la Plaça Nova. Una de las propuestas es introducir parterres e incluso galerías de vegetación y flores.

De hecho, el proyecto aspira a pintar de verde toda la escena urbana. Es una actuación con precedentes. El histórico y empinado Carrer Pou destacaba por los macizos de rosales. Crecían en alcorques y en las macetas que los vecinos colocaban en balcones y fachadas. Ahora se quiere recuperar esa explosión de flores y verde.

Otro propósito es restaurar en los parques y zonas verdes los muros de piedra en seco, un arte que ahora la Unesco ha declarado Patrimonio de la Humanidad. El plan incluye las urbanizaciones. Pretende que todos los vecinos, los del pueblo y los del diseminado, se sientan identificados con su pueblo y orgullosos de vivir en él.

Otra actuación ya definida es la de mejorar la estética de las entradas al municipio. Aquí se apostará por intervenciones artísticas incluso de vanguardia.