«No pienso en nada cuando pinto. Voy a la mía». Pepa Caselles, de 81 años, es un torbellino creativo. No hay en la Marina Alta artista más rebelde, más libre. Es inevitable la comparación con Jackson Pollock. Pepa Caselles, que es de Gata de Gorgos y se ha formado en la Escola de Plàstica Experimental A. Vives, que dirige Josep Ginestar, quien habla maravillas de ella, pasa de pinceles e incluso de brochas. Utiliza el mocho y la escoba. Vierte la pintura sobre el lienzo y la extiende mientras canta coplas. «Sí, son canciones de mi juventud. Me inspiran», afirma. «A la lima y al limón» es una de sus preferidas. Esa música forma parte de su trance creativo. Es una artista sin prejuicios. Incluso pisotea sus obras. Y logra resultados extraordinarios. Su forma de crear es libérrima. Los críticos destacan su ojo para combinar el color. Su arte enlazaría con el expresionismo abstracto. Pero Pepa explica todo de forma más sencilla: «Hay tardes que me viene la inspiración y pinto tres cuadros. Ginestar los mira y exclama: 'pero si son todos buenos'. Y otras tardes no hago ninguno. Y el profesor me dice: 'pero Pepa qué has hecho hoy'. Y me voy disgustada a casa porque me gusta mucho crear».

Diez de las obras que ha realizado este año se exponen hasta el 6 de enero en Jesús Pobre. Sorprende la rebeldía de esta artista de 81 años. Sigue su instinto. «¿Qué artista me gusta? Goya, sin duda. Estoy enamorada de sus cuadros», afirma.

Sus obras empiezan a concitar el interés del mundo del arte. «El director del Museo de Bellas Artes de Murcia ha estado en la exposición, me ha comprado un cuadro y está organizando una exposición colectiva en la que estarán mis obras junto a otras de artistas que las venden muy caras», revela.

Esta artista de Gata confiesa que de niña quiso estudiar pintura. «En la escuela dibujaba de maravilla. Pero eran otros tiempos. Luego me dediqué a cuidar a mi madre, que estaba enferma, y luego a mi tía. Cuando fallecieron tuve una pequeña depresión. Me apunté a la Escola de Plástica y empecé a pintar obras clásicas. Pero luego Ginestar me dijo que debía crear con libertad».

Sin proponérselo, Pepa Caselles irradia audacia. Su arte es pura vanguardia.