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La comarca en 1972: Marqués de Campo peatonal, funicular en el castillo y tren a la Granadella

El primer estudio para vertebrar la Marina Alta, pagado por 19 alcaldes hace 46 años, ya detectaba «anarquía constructiva» y ocupación excesiva del litoral

El Tren Vertebrado Español hubiera recorrido todo el litoral

Vertebrar la Marina Alta es una obsesión moderna. El primer estudio que encargaron 19 alcaldes para tener una hoja de ruta de planificación comarcal data de octubre de 1972 y lo redactó la empresa Inypsa Informes y Proyectos, S. A. Es un documento ya histórico. Con luces y sombras. O mejor dicho: con planteamientos visionarios (sobre todo en cuanto al urbanismo) y proyectos un punto estrafalarios. Han pasado 46 años y, en muchos aspectos, la comarca no ha avanzado nada. Más bien ha ido hacia atrás.

Este «estudio socioeconómico de la comarca de Dénia» afrontaba sin rodeos una de las cuestiones que hoy sigue generando un encendido debate, la de la peatonalización de la calle Marqués de Campo. Los autores afirmaban que había que «eliminar la circulación en el Paseo del Generalísimo» (el callejero también estaba sometido al yugo de la dictadura). Planteaban crear una gran zona de aparcamiento de 40.000 metros cuadrados en el puerto, en concreto en el Raset, y construir allí una estación de autobuses. Partirían los microbuses que recorrerían un «corazón de Dénia» libre de tráfico y coches.

Luego la solución estética para esta calle sí era pelín más bizarra. Los arquitectos y urbanistas que participaron en este análisis de la Marina Alta proponían que el pavimento fuera de mármol o terrazo y que la calle tuviera surtidores y planos de agua «a la manera del Generalife», así como macizos de hortensias, y que, en el tramo del puerto, se construyera una fuente monumental.

Además, resolvían el acceso al castillo con un funicular o con un ascensor con cabina panorámica. Lo del ascensor no es tan peregrino. En 2009, Juan Sancho, entonces concejal de Cultura, rescató la idea. El proyecto llegó a contar con un presupuesto de 300.000 euros. La conselleria se plantó y dijo que nada de ponerle ascensores a un castillo de origen islámico y declarado BIC.

También en 1972 se planteó que esta fortaleza acogiera un jardín y mercado de cactus «al estilo de Mónaco o Montjuïc».

Mientras, el estudio apostaba por organizar un mercado de flores en la Plaça de l´Església de Xàbia. Y planteaba que Benitatxell, Xaló, Benissa y Teulada, ya que estaban rodeados de bosques de cipreses, algarrobos, olivos y pinos, podían emular la campiña entre Florencia y Fiesole, en la Toscana. Los autores del estudio eran hombres viajados. No obstante, también se preocupaban por necesidades más prosaicas, como la de poner en funcionamiento un matadero comarcal.

En cuanto a las comunicaciones, este análisis comarcal subrayaba la «urgencia» de que se construyera la Autopista del Mediterráneo, la actual AP7. Del ferrocarril de vía estrecha entre Alicante y Dénia, precisaba que tenía un déficit del 55 %. Lo utilizaban cada mes 50.000 viajeros. El estudio proponía poner en marcha una línea de Tren Vertebrado Español (eléctrico, ligero y que circulaba sobre una estructura monorraíl elevada). Se bifurcaba del «trenet» de la Marina en Calp y circulaba por la costa, por Moraira, llegaba a la cala de la Granadella en Xàbia, al Cap de la Nau, a les Rotes y al puerto dianense. Ese ferrocarril era la gran innovación del estudio socioeconómico de 1972.

Sus autores pisaban más tierra al abordar los problemas urbanísticos del desarrollismo de los años 70. Clamaban por que todos los municipios se dotaran de una planificación y que, al tiempo, enfocaran los problemas de crecimiento en clave comarcal. Detectaron «anarquía constructiva» en los ensanches de los núcleos urbanos. Aluden en concreto a Calp y a la «barrera de edificios» que se levanta en la costa y hace efecto «pantalla». Y advierten de que surgen «cédulas residenciales (urbanizaciones, vamos) que forman aglomeraciones anárquicas e impensables».

Entre los alcaldes que encargaron y pagaron (a cargo de sus ayuntamientos, claro) este estudio, figuran José Sastre, de Dénia; Ángel Doménech, de Xàbia; Elviro Martínez, de El Verger; Salvador Ivars, de Benissa; Miguel Catalá, de Benitatxell, o Joaquín García, de Calp.

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