n Dénia saldó ayer la deuda con sus 32 muertos en bombardeos de la Guerra Civil. «Las guerras son terribles, malísimas. No traen nada bueno», dijo ayer José Caselles Ronda, de 92 años, al destapar la placa homenaje. Su padre murió en el bombardeo del 18 de octubre de 1938. La aviación alemana atacó y murieron 11 militares y tres civiles. El primer ataque, sin embargo, llegó desde el mar. El crucero Canarias lanzó sus bombas contra la ciudad el 13 de agosto de 1937. Mató a tres civiles. Luego Dénia sufriría entre 30 y 40 bombardeos aéreos. El último de la Guerra Civil, realizado por la aviación italiana el 28 de marzo de 1939, cuando el bando republicano ya se había rendido, acabó con la vida de tres personas. En total, 32 vecinos de Dénia fallecieron en estos ataques.