Los furtivos salieron con la luna llena. Aprovecharon la claridad del plenilunio para disparar contra las aves del parque natural del Marjal de Pego-Oliva. Y cometieron dos ilegalidades: la de cazar entre semana (la actividad cinegética solo se permite los fines de semana) y la de matar galls de canyar o calamón, una especie protegida. También abatieron colls verds y polletes d´aigua. Trocearon los ejemplares allí mismo y dejaron tirados en un camino cabezas, patas y alas. Como poco, había restos de unas seis aves.

Acció Ecologista Agró ha denunciado esta cacería ilegal. El parque natural del Marjal ya dispone de las fotos. Los restos hallados están en el centro de interpretación del Montgó del Bosc de Diana, en Dénia. Se analizarán. La investigación está ya en marcha. De dar con los furtivos, se enfrentarían a elevadas multas económicas e incluso a penas de prisión.

La Marjal tiene una enorme riqueza ornitológica. El furtivismo es una de las grandes amenazas para la avifauna. Las tres especies citadas quedaron muy diezmadas por la caza indiscriminada.