Andrés Contreras cumplió ayer 28 años. Volvió a nacer, sin embargo, el 7 de mayo de 2017. Una conductora ebria y drogada arrolló con su coche en la N-332 en Oliva a su grupetta ciclista. Fallecieron su padre, Luis Alberto Contreras, de 53 años, y Edu Monfort y José Albi, ambos de 28. Tres ciclistas sobrevivieron. Jaume Escortell salió milagrosamente ileso. Y Andrés y Scott Gordon quedaron gravemente heridos y se debatieron durante días entre la vida y la muerte.

En este último año y cinco meses, han pasado por un calvario de operaciones. Scott se motiva mirando sus fotos en triatlones, salidas ciclistas y carreras a pie de montaña. Afirma que todavía «no ve la luz al final del túnel». Tiene que pasar de nuevo por el quirófano. Lo operarán por sexta vez del fémur de su pierna izquierda. No hay forma de que el hueso suelde.

Mientras, Andrés se enfrenta a una nueva intervención quirúrgica en noviembre. Los médicos le extraerán el cerclaje y las agujas con los que le reconstruyeron la rodilla. El joven ha encontrado un espejo en el que mirarse. Alejandro Valverde se ha proclamado a sus 38 años campeón del mundo de ciclismo tras romperse la rótula de la rodilla en el prólogo del Tour de Francia de 2017. Los cirujanos también le colocaron un cerclaje.

Andrés está contento por la evolución de su tibia fracturada. Sí que empieza, por fin, a consolidar. Ayer tenía cita en el hospital de Alzira con el doctor León Villar Beltrán, quien lo operó de las numerosas roturas que sufrió aquel funesto día que un coche se cruzó de carril y atropelló a los seis ciclistas de Xàbia. «Le he agradecido que sea tan bueno en su trabajo», indicó el joven. «He aprovechado para visitar al resto del equipo médico que me salvó la vida, puesto que sufrí dos paradas cardiacas, y que luego ha trabajado en mi recuperación».

Andrés estuvo en la UCI del centro sanitario de Alzira y luego acudió al hospital de Aigües Vives, donde durante meses permaneció ingresado y realizó rehabilitación. Afirmó que la mejor manera de celebrar su cumpleaños era con ese «excelente equipo de médicos, fisioterapeutas y personal sanitario». Y destacó que ayer conoció a Sergi, el doctor que el día del accidente estaba en Urgencias y contestó a su móvil. «Le pudo decir a mi madre que estaba vivo y en el hospital».

Pero ni Scott ni Andrés vislumbran todavía el final de este oscuro túnel. «La recuperación es muy exigente desde el punto de vista físico y psicológico. Sufro unos dolores injustos y he perdido a mi padre, lo que me ha dejado un dolor eternamente inmenso», afirmó el joven.

Andrés sigue sin comprender que el juez dejara hace unos meses en libertad provisional a la conductora que los arrolló. Pide al Fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, que «se ponga en la piel de las familias y se esfuerce por presentar ya el texto de la reforma del Código Penal ante la Ministra de Justicia y el Congreso». Esa reforma protege a los ciclistas y endurece las penas a los conductores. La que arrolló a los seis deportistas de Xàbia, de los que tres murieron y dos quedaron gravemente heridos, se enfrenta a una condena máxima de 4 años de prisión. Todavía no hay fecha para el juicio.