Xàbia ha cortado por lo sano. A estas alturas, 9 meses después de iniciarse las obras, el teatro-auditorio ya debía estar muy avanzado. Pero la empresa adjudicataria, Joca, lo único que ha hecho es un agujero. Se quedó las obras por 2,4 millones. Y al poco ya estaba pidiendo más dinero. Sostuvo que debía reforzar la estructura con medias contra los terremotos.

Al ayuntamiento se le ha agotado la paciencia. Aprobará el lunes en la junta de gobierno el inicio del expediente para rescindir el contrato. La empresa tendrá diez días para alegar. El consistorio también elevará la resolución del contrato al Consell Jurídic Consultiu. El alcalde, José Chulvi, del PSPV, avanzó ayer que, mientras, no se quedarán de brazos cruzados, sino que decidirán si convocan una nueva licitación o las obras las asume la empresa que quedó segunda en el concurso que ganó Joca. El consistorio también se incautará ahora de la fianza de 98.998 euros que depositó la adjudicataria.

El alcalde y el concejal de Cultura, Quico Moragues, se mostraron convencidos de que el auditorio será una realidad más pronto que tarde. Coincidieron en que, pese al fiasco de esta primera adjudicación, están igual de ilusionados que el primer día. Chulvi subrayó, además, que la rescisión de este contrato confirma que su equipo de gobierno no se pliega a las presiones y no aumenta ni un céntimo los presupuestos por los que las empresas se quedan las obras públicas.

Joca tenía 16 meses para acabar el teatro-auditorio. Paró las obras nada más iniciarlas. Hizo un agujero y ya no movió una piedra.