Mientras se consumen los restos vegetales del ecoparque de Benissa que ya suma 15 días ardiendo (ahora a baja intensidad), los bomberos y el ayuntamiento estudian medidas para evitar que se declaren nuevos incendios. Entre las planteadas, está abrir una zanja para acotar la zona donde se arrojan los residuos verdes y separarla así de la colindante masa forestal. Instalar dos hidrantes (los bomberos podrían así actuar con gran rapidez) e incluso aspersores móviles de riego también figuran entre las medidas que permitirían sofocar a toda prisa el fuego. También es fundamental que no se cree una gran montaña de restos verdes. Separarlos en montones impediría que las llamas prendieran por dentro en toda la masa y ocurriera como ahora, que resulta imposible apagarlas y hay que dejar que el fuego consuma todos estos residuos. Los bomberos acuden cada día. No arrojan ya agua, ya que entra oxígeno y el fuego se reaviva.