«Lo he pasado muy mal. Casi parecía que yo tenía la culpa por haberme lesionado». Óscar ya intuyó desde el primer momento que el «crack» que notó en la rodilla delataba que se había lesionado de gravedad. Ocurrió el 11 de marzo de 2017. Este joven futbolista tenía entonces 15 años y disputaba con su equipo, el cadete de la escuela de fútbol municipal de Benissa, un partido en Dénia. Empezó a ir al fisioterapeuta, pero no mejoraba. Una resonancia confirmó los peores pronósticos. Se había roto el ligamento cruzado anterior y tenía dañado el menisco.

Las lesiones, el sufrimiento y la incertidumbre de la recuperación forma parte del deporte. Pero lo que Óscar y su familia no esperaban es que, además, les tocara luchar con una administración que les dejó «totalmente desamparados». Así lo afirma su madre, Lina. Tuvieron la mala suerte de que en el siguiente partido, por un error, en la alineación del equipo cadete del Benissa figuraba el nombre de Óscar (hay otro jugador que se llama igual). El ayuntamiento tenía 72 horas para avisar a la federación del gazapo. Pero no lo hizo. Y, a partir de ahí, la federación se desentendió de asumir los gastos de la operación y la rehabilitación del jugador. Y el consistorio, gobernado por Reiniciem, PSPV y Compromís, también se borró. Hace unos días el gobierno local rechazó en pleno abonar la reclamación de responsabilidad patrimonial que presentó la familia.

«Mi hijo se lesionó de gravedad y lo han dejado abandonado», lamentó ayer Lina. Para jugar en la escuela municipal de Benissa, el joven pagó una tasa que incluye un seguro. Pero los padres no han recibido ni un euro de ayuda. El 29 de septiembre de 2017 (ahora se cumplirá un año) el joven pasó por el quirófano. La operación se realizó en la clínica IMED de Benidorm. Seis meses después de la lesión la intervención no se podía postergar más. «Si no me operaban, podía sufrir secuelas», afirmó ayer Óscar. «Ese verano lo pasé muy mal. Estaba muy agobiado. No sabía cuándo podría volver a jugar al fútbol, que es lo que más me gusta».

La operación y la rehabilitación le han costado a la familia 9.300 euros. El joven se ha recuperado totalmente. Ya no juega en la escuela municipal, sino en el club de fútbol de Benissa. Su madre se llegó a reunir tres veces con el edil y el técnico de Deportes y, en el último encuentro, estuvo también el alcalde, Abel Cardona. Le prometieron que les ayudarían. «Pero no hemos tenido ningún apoyo. No nos dejan más opción que la de demandar al ayuntamiento», avanzó Lina.