Fuerte tensión en Dénia por la situación política en Cataluña. La Policía Nacional tuvo que intervenir para calmar los ánimos en el transcurso de una concentración celebrada el sábado a última hora de la tarde en esa ciudad que pedía la liberación de los políticos catalanes que se hallan en prisión y en la que intervinieron unos 130 participantes con senyeras catalanas y lazos amarillos. La crispación sobrevino cuando en el mismo escenario irrumpió una veintena de personas con banderas españolas y también de la Comunidad Valenciana, vociferando consignas en contra del acto. Además, encendieron botes de humo con los colores de la enseña española y dispararon algunos petardos.

Ambas partes estaban separadas apenas unos metros distancia en torno a la escultura al Preso Político Desconocido, en el cruce entre la calle Diana y la avenida del Marquesado de Dénia, que era el enclave donde la plataforma Defensa de la Democracia de la Marina Alta había convocado la protesta en apoyo a los políticos encarcelados. Y los agentes de la comisaría dianense, apoyados además por la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional en Benidorm, tuvieron que actuar a fondo para mantener separados a ambos grupos de personas.

Fuentes de la plataforma que había convocado la movilización aseguraron que contaban con permiso de la Subdelegación del Gobierno. Y también que en esa solicitud habían solicitado refuerzos policiales para que no se produjeran incidentes. De ahí que lamentaran «que por desgracia no hemos podido desarrollar la concentración como queríamos, ya que ha sido continuamente interrumpida por estas personas». De cualquier modo, la firmeza del cordón policial evitó cualquier incidente grave.

Antecedentes

No es la primera vez que la controversia en torno a Cataluña crea este tipo de situaciones en las calles de Dénia. En marzo, y en el mismo escenario, la citada plataforma organizó otro acto de características y simbología semejantes en el que hubo cerca de 300 participantes, bastantes más que el pasado sábado. Y del mismo modo tuvo lugar una contramanifestación que sin embargo en aquella ocasión apenas alcanzó una decena de personas. Por eso, no hubo tanta crispación ni tampoco botes de humo ni petardos. De cualquier forma, también entonces la Policía tuvo que intervenir y crear un cordón entre ambas facciones.

Fuentes de la plataforma añadieron que la protesta no reclamaba la independencia de Cataluña, sino el excarcelamiento de los cargos públicos que todavía están en prisión, «en aras de la democracia». Al final del acto se leyó un manifiesto en el que se reclamaba una salida negociada para Cataluña y la separación de los poderes del Estado.