La Guardia Civil ha detenido en Alicante a un padre, de 54 años, y a sus dos hijos, de 26 y 28, los tres de origen argelino aunque estos dos últimos con nacionalidad española, por cometer unos cincuenta robos con fuerza, seis sustracciones de vehículo, tres sustracciones de matrícula y delitos de falsedad documental y pertenencia a organización criminal.

El clan familiar asaltaba, según los investigadores, viviendas de vacaciones de la Marina Alta. Aprovechaban que los dueños pasaban largas temporadas fuera.

La investigación la han llevado a cabo agentes de la Guardia Civil de Calp y Benissa. Los robos se produjeron en estos dos municipios, así como en Moraira. La primera pista para dar con los cacos fue la descripción que aportó un testigo, quien vio a uno de los miembros del clan, que cuenta con numerosos antecedentes, cerca de una de las casas asaltadas. Los agentes ya acotaron varios rostros de delincuente conocidos. El testigo identificó al sospechoso.

Los ladrones cometieron el error de no borrar la geolocalización en una de las tablets robadas. La Guardia Civil dio así con los tres implicados en un barrio de Alicante. Los siguió durante días. Y descubrió que utilizaban un vehículo, estacionado cerca de su domicilio, como «almacén» para guardar el botín. En otro barrio, tenían los vehículos sustraídos de las viviendas, a los que habían cambiado las placas de matrícula. Con uno de esos coches viajaban a la Marina Alta y estudiaban las viviendas que podían asaltar, normalmente de residentes extranjeros.

La Guardia Civil, además de detener a los tres sospechosos, ha recuperado 6 vehículos, alguno de ellos valorado en más de 60.000 euros, 13.000 euros, 2.100 libras y 350 dólares, joyas, 15 ordenadores, 20 tablets, 30 relojes o 13 móviles.