Los vecinos del Xanadú, otra de las grandes obras de Ricardo Bofill en la Manzanera de Calp, no son tan tiquismiquis. La planta baja sí está abierta. Quienes acuden a descubrir estos hitos de la arquitectura residencial pueden tocar las paredes del Xanadú y mirarlo desde todos los ángulos. Eso sí, la entrada a la escalera y al ascensor comunitario está ya cerrada. El edificio mantiene un panel colocado por el ayuntamiento en el que se explica que se construyó entre 1966 y 1968 y que «su configuración se inspira en el Penyal d´Ifac».