La nueva subvención hará posible llevar a cabo una rehabilitación de más envergadura. El concejal de Cultura, Guillem Marhuenda, ha adelantado que también se crearán nuevas rutas que descubran este paisaje (el cerro del Castellet alberga interesantísimas especies botánicas) y su patrimonio histórico milenario.

Mientras, Gata de Gorgos también está en esa onda. Su oficina de Turismo ha homologado y señalizado dos nuevos tramos del sendero PE 412. Uno es el tramo que sube hasta las ruinas de la fortaleza también islámica del Tossal del Moro. Y el otro va desde la cima de Els Serrillars hasta el corral de Borrell. Se han llevado a cabo trabajos de limpieza y se ha recuperado un antiguo horno de cal situado en el barranco de Canela (aquí también están las ruinas de una antigua alquería).

Gata quiere también atraer a turistas que disfrutan del senderismo y de la naturaleza. Si, además, «tropiezan» con hitos históricos tan importantes como el de los castillos islámicos de la Marina Alta, mejor que mejor. El nuevo turismo es activo. Los visitantes, cuando recorren sendas y caminos ancestrales, también quieren conocer la historia de ese terreno que pisan.