Dénia saca a la luz su arrabal islámico. Jalonará la muralla del Fortí, que en los siglos XI, XII y XIII protegió este barrio marinero de Daniya (se hallaba junto a los astilleros) y que está declarada Bien de Interés Cultural, con nueve monolitos con tres plafones cada uno.

Esos monolitos crearán una ruta que descubrirá la historia de un arrabal del que, por las excavaciones que el servicio de arqueología de Dénia lleva a cabo desde 1987, cada vez se sabe más. Tenía miles de casas y se empapó del poderío mediterráneo de la taifa fundada por Muyahid en el siglo XI y, en los dos siglos siguientes, todavía mantuvo cierta opulencia.

De hecho, el arqueólogo de Dénia, Josep A. Gisbert, destacó ayer que las casas andalusíes de aquella época gozaban de unas condiciones de bienestar (alcantarillado, por ejemplo) que la ciudad no recuperó hasta 1950. Las viviendas también tenían un pozo del que sacaban un agua potable «exquisita», explicó Gisbert. Ahora sería imposible, ya que en esta zona de Dénia el agua freática está salinizada.

Gisbert y el concejal de Cultura, Rafa Carrió, presentaron ayer el itinerario que rodeará la muralla del Fortí, de la que se han sacado a la luz varios tramos; otros, que son de tapial y están datados en el siglo XI, se conservan fosilizados en el gran muro de la finca del doctor Buigues.

Instalar los monolitos, que tendrán protección contra los vándalos, y crear esta ruta costará 50.000 euros. El ayuntamiento ha logrado una subvención de la conselleria de Turismo de 22.500 euros.

El arqueólogo recordó ayer que la muralla sobrevivió hasta 1860. Entonces se demolió, hecho que denunció públicamente el historiador Roc Chabàs, para ampliar la carretera de les Rotes. El material del derribo se utilizó para levantar el nivel de ese vial. Gisbert también evocó que en el recinto actual del club náutico se alzaba la Torre d'En Carròs, también desaparecida totalmente.

El itinerario estará ya listo antes de acabar el año. Permitirá recrear como fue ese activo arrabal, situado entre el puerto y el fondeadero natural de la Marineta Cassiana. La arqueología cobrará vida.