La piscina municipal de Chiva amaneció ayer con el rastro de los distintos actos vandálicos que sufrió durante la noche anterior. Sillas, mesas, bancos, sombrillas o pesas habían sido lanzados al agua y flotaban sobre ella o permanecían en el fondo del vaso.

Durante la mañana los trabajadores de la instalación se apresuraron en recoger el mobiliario arrojado a la piscina para poder dar servicio lo antes posible.

Ante estos actos, el concejal de Deportes, Joaquín Furriol, lamentó "la falta de civismo de cuatro personas que perjudican a todos, ya que hay que emplear recursos y reponer materiales para mantener abierto el servicio".