La cala de Llebeig, que comparten el Poble Nou de Benitatxell y Teulada, es un paraíso. Pero todo el encanto se rompe cuando llegan las embarcaciones y las motos de agua y se arriman peligrosamente a la costa. La normativa obliga a las embarcaciones a motor a separarse 200 metros de tierra en los tramos litorales no balizados. En el Llebeig, una playa a la que se llega tras caminar un buen trecho por senda, la náutica de recreo campa a sus anchas.

Los bañistas que han acudido este fin de semana a esta apartada cala han trasladado que las embarcaciones y las motos se colaron en las aguas de baño. Tomaron imágenes en las que se observa claramente que las embarcaciones fondearon dentro de la ensenada de la playa. Además, arrojaron el ancla sobre la pradera de posidonia oceánica, lo que está prohibido.

Los usuarios de esta cala no se han quedado de brazos cruzados. Se dan la caminata para llegar a una playa desierta y luego la encuentran tomada por la náutica y por las motos acuáticas. Ayer mismo presentaron quejas en los ayuntamientos del Poble Nou de Benitatxell y Teulada. Precisaron que esta playa «no está señalizada con boyas, y las barcas y motos acuáticas no respetan nada». «Fue imposible -indican en la queja- poder nadar y bucear sin jugarse la vida».

Estos usuarios advierten a los consistorios de que una familia permitió a sus hijos menores de edad usar la moto acuática. Apostillan que estos niños ni siquiera llevaban puesto el chaleco salvavidas.

Los bañistas lamentan el «descontrol y falta de civismo» que se dan en una cala de enorme valor natural y paisajístico. Señalan también que vecinos que tienen barracas tradicionales de pescadores en el Llebeig les relataron que las barcas tiran al mar incluso bidones que luego la corriente arrastra a la orilla.

Estos usuarios instan a los ayuntamientos a balizar la cala y avisan de que la misma queja la enviarán a las autoridades marítimas competentes.

Motos de agua

El auge de las motos de agua (que, además, suelen ser bastante ruidosas) y de la náutica de recreo está provocando ya en las últimas semanas problemas de masificación en el litoral de la Marina Alta. Este fin de semana las embarcaciones han invadido el litoral de la cala de la Sardinera, en Xàbia, que sí está balizada, lo que al menos logra mantener despejada la zona de baño. Sin embargo, donde no hay boyas (la mayor parte de la costa, claro) es habitual que no se cumpla la distancia de 200 metros. Las motos acuáticas suelen acercarse bastante a tierra y ponen en peligro a bañistas y buceadores.