Cuatro de los cinco chiringuitos del paseo del Montañar de Xàbia ya están operativos. Son negocios temporales que se han comprometido a pagar sumas ingentes de dinero por prestar servicio durante la temporada estival.

Sin embargo, este año al margen de luchar contra las inclemencias del tiempo y los esfuerzos para atraer más clientes, deben asumir que el espacio es el que es. No pueden exceder los 70 metros cuadrados de ocupación. Y ya lo han notado los clientes.

En la mayoría de ellos hay unas seis o siete mesas en la terraza anexa a la caseta del chiringuito. Todo lo que excede esa superficie está fuera de ordenación y los propietarios se avienen a una sanción municipal que puede incluso acarrear la retirada de la concesión.

Los adjudicatarios lo sabían y estaba recogido en el pliego del concurso, 50 metros para la caseta y 20 para la terraza. Aún así, las pujas se fueron hasta las nubes, uno se comprometió a pagar 85.000 euros al año. Muchos refrescos hay que vender solo para pagar el canon.