Los bañistas y turistas tomaron de buen grado el primer día en que el Ayuntamiento de Xàbia reguló los accesos a la Cala Granadella y la mayoría de ellos hubo de hacerlo subidos en el trenecito turístico que presta servicio desde las 11 hasta las 20 horas.

El trayecto se hace en 11 minutos y sale cada 45 minutos. Hay que darse prisa porque la espera puede ser eterna. A primera hora eran pocos los bañistas que subieron al tren, pero a medida que se acercaron las horas centrales del día y se tuvo que bajar la barrera, no cabía un alma.

En la playa hay estacionamiento para unos 200 coches, la mayoría de ellos aparcan en la calle Pic Tort. Algunos lo pueden hacen en los aparcamientos privados que hay en la zona.

La concejala de Servicios, Kika Mata, supervisó los primeros viajes del tren turístico. «Y explicó que el tren funciona perfectamente y no "no hay problemas cuando se cruza con otros vehículos" por el sinuoso trazado que lleva a la playa. Mata remarcó que la cala «está abierta y se cerrará dependiendo del aparcamiento» para ello hay tres controladores.

La edil destacó que el tren turístico cuenta con 60 plazas y una de ellas para personas con movilidad reducida, así como que se trata de una forma de contribuir a «tener en Xàbia unas calas sostenibles para disfrutarlas toda la vida».