«Ya toca». La nueva consellera de Sanidad, Ana Barceló, comprobó ayer que la Marina Alta no baja los brazos en la exigencia de recuperar la gestión pública del hospital de Dénia y del departamento de salud comarcal. «Nos ha dicho que la conselleria apretará y que, tras la reversión de Alzira y tras recuperar la atención sanitaria a los inmigrantes, estamos nosotros, Dénia», explicó Pasquala Torregrosa, de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de la Marina Alta.

La consellera mostró que la reversión del departamento de salud de Dénia, ahora gestionado por la empresa Marina Salud (la concesión termina en 2024), es una prioridad para el Consell. Su primera visita ha sido a esta comarca. Y reveló que la primera llamada que recibió nada más tomar posesión fue la del alcalde dianense, Vicent Grimalt. Que la gestión vuelva a ser pública es, afirmó, un compromiso del Pacte del Botànic y del presidente Ximo Puig. «Vamos a acelerar la reversión todo lo posible, pero con garantías jurídicas», advirtió Barceló, que aseguró que la conselleria está realizando «un seguimiento exhaustivo» del servicio sanitario que presta la concesionaria. También incidió en que la reversión «requiere de un acuerdo» con la empresa. «Es todavía prematuro dar una fecha», sostuvo.

La consellera se reunió con representantes de la plataforma y con los alcaldes de Dénia, de Pedreguer, Sergi Ferrús, y de Pego, Enrique Moll, y con las concejalas de Sanidad dianense, Cristina Morera, y de Xàbia, Pilar Zamora.

Barceló les trasladó que todavía queda trabajo por delante. Luego la representante de la plataforma reveló que la conselleria debe hacer cuentas sobre las liquidaciones anuales con la empresa. La última que está cerrada es la de 2013. «Nosotros vamos a continuar dando guerra», aseveró Torregrosa.